El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) instó a los diputados nacionales por la pronta aprobación de la Ley de Etiquetado Frontal de alimentos, considerando que por su texto «puede llegar a ser un ejemplo a nivel mundial».
Son varias las agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) instando para que pueda avanzar en lo que consideran «un proyecto integral» porque «protege los derechos de personas, y en particular de niños, niñas y adolescentes».
Andrea Graciano, consultora en nutrición de Unicef Argentina, es tajante: «Hay evidencia de que la principal causa de enfermedad y muerte en el país es la malnutrición. Por exceso, lo sufren 4 de cada diez niños, y el 70% de los adultos. Y el gran motor es el cambio de patrones alimentarios, recurriendo a productos ultraprocesados, que tienen exceso de calorías y nutrientes potencialmente dañinos, como grasas, azúcares y sodio, y que son fuertemente publicitados».
Graciano citó diferentes encuestas que apuntan a que el sobrepeso y la obesidad «es más prevalente en niños, niñas y adolescentes de menores recursos por sobre integrantes de familias de altos ingresos», pero también «tienen más chances de sufrirla». Es decir que la norma «también cuida a la población más vulnerable».
Mito: Es una ley para personas ricas
La malnutrición por exceso afecta de forma diferenciada a los grupos más vulnerables; suelen estar inmersos en entornos no saludables, donde hay más posibilidades de obtener alimentos procesados y ultraprocesados y bebidas no alcohólicas azucaradas, que comidas nutritivas. Según UNICEC y FIC, las brechas sociales de la obesidad se incrementan según empeoran las condiciones socioeconómicas y las y los adolescentes de menores ingresos tienen un 31% más riesgo de padecer obesidad. Además, la oferta y comercialización agresiva de productos no saludables es particularmente efectiva en niñas, niños y adolescentes, quienes consumen 40% más de bebidas azucaradas y el triple de golosinas que las personas adultas (ENNyS 2).
Mito: El etiquetado no es efectivo para cambiar conductas alimentarias
Distintos países de América Latina, como Chile, Perú, Uruguay, Colombia y México, ya cuentan con etiquetado frontal de advertencias. Según la Coalición Nacional para prevenir la obesidad en niños, niñas y adolescentes, existe evidencia de que el sistema gráfico de octógonos negros es el más efectivo, rápido y directo en informar y orientar en la compra de alimentos más saludables y en desmotivar el consumo de productos con exceso de grasa, azúcares y sodio.
Mito: Tiene efectos económicos negativos con relación a costos de fabricación, empaquetado y empleo
En cuanto a los costos iniciales que implica modificar las etiquetas, estos se realizan una única vez y consiste en imprimir los sellos necesarios para cada producto. La evidencia indica que cuando se modifican los hábitos de las consumidoras y los consumidores, las empresas tienden a fabricar productos más saludables, lo que evitaría el costo que implica la modificación de un nuevo etiquetado. Por otra parte, tampoco tendría consecuencias en la generación de empleo .Además, los costos sanitarios ahorrados por salvar vidas y evitar muertes asociados a la implementación de estos cambios exceden los costos que implican el tratamiento de la morbimortalidad asociada a la obesidad y las enfermedades crónicas.
Mito: La aprobación de la ley con modificaciones es la mejor opción
El proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable cuenta con media sanción del Senado, tiene dictamen favorable de las comisiones y fecha para ser tratado en la Cámara de Diputados de la Nación, el próximo 26 de octubre. Incluye medidas para prevenir el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles. Si se aprueba, sin cambios y sin más demoras, Argentina dará un paso sustantivo y ejemplar en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, en la mejora de la alimentación y en la salud pública. Y avanzará en el camino que nos permita poner fin a la malnutrición en todas sus formas.