El caso fue reportado por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados Sexualmente (NCMEC por sus siglas en inglés).
Las tareas operativas fueron llevadas adelante por personal de la Sección de Cibercrimen de la Dirección de Investigación Operativa (DIO), quienes recibieron la colaboración de agentes técnicos especializados del Gabinete de Tecnología Forense y de la Policía de la Provincia de Córdoba.