Siempre que Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) realiza ajustes en sus precios, otras empresas del sector suelen seguir su ejemplo, por lo que la atención hacia esta compañía es fundamental para entender las tendencias del mercado de combustibles en Argentina.
En el comienzo de mayo, YPF anunció un aumento en los precios de sus combustibles, oscilando entre un 4 y un 5 por ciento. Este cambio se reflejó de inmediato en las estaciones de servicio de todo el país. Una revisión temprana en las carteleras mostró los nuevos valores.
En la ciudad de Córdoba, por ejemplo, el precio del litro de nafta Super superó los mil pesos por primera vez, alcanzando los $ 1005. Mientras tanto, en la capital del país, Buenos Aires, el litro de Infinia ya llega a los 1.207 pesos.
Este aumento se produjo poco después de que el gobierno nacional decidiera postergar el incremento del Impuesto a los Combustibles, que se actualiza mensualmente, como parte de una política para contener la inflación.
Según el sector petrolero, las razones detrás de estos incrementos se deben a factores como la «devaluación mensual del peso frente al dólar», estimada en alrededor del 2 por ciento, y a la «recuperación de márgenes de las refinadoras».
Es previsible que con el paso de las horas y días, otras empresas petroleras sigan el ejemplo de YPF, aplicando incrementos similares en sus precios. El ajuste también afecta al gasoil, por lo que el impacto se sentirá en diferentes ámbitos de la economía.
Ante estos cambios, los consumidores deben prepararse para el incremento en el costo de vida, ya que el alza de los combustibles suele tener un efecto dominó en el precio de otros bienes y servicios.
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